domingo, diciembre 31, 2006


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HECHA CON ORGULLO EN BUENOS AIRES, REPUBLICA ARGENTINA Posted by Hello

sábado, septiembre 23, 2006

ESPACIO DE PUBLICIDAD


Hola, mi nombre es Tino Constantino y soy un profesional. Mis asociados y yo brindamos un servicio esencial para su empresa. ‘Puño S.A.´ se especializa en golpizas y apaleamientos de ecologistas molestos y activistas gremiales combativos. Nuestro equipo está integrado por los mejores matones de plaza, procedentes de las mejores hinchadas del fútbol argentino y de los más selectos sindicatos, los que están equipados con elementos de tortura de última generación. Nuestro esmero por superarnos nos ha llevado a adquirir unas novedosas manoplas fabricadas en puro titanio, usadas solamente por la mafia rusa. Le garantizamos efectividad 100 por ciento cubriendo todas las necesidades que usted tiene, como empresario moderno o político con aspiraciones presidenciales. Tenemos las mejores referencias. Esperamos su llamada y entramos en acción. Comuníquese al 0800 SOS BOLETA y lo atenderá una de nuestras operadoras, las que le brindarán, además, una agradable compañía femenina a un módico precio. Adjunto, le detallamos algunas de nuestras tarifas:

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· Apriete simple................................................................................................$ 42.50
· Apriete combo (recupero de deudas/interacción fisica)...........................$ 99.95
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· Tirar act. Greemp. al agua c/golpiza previa................................................$ 312.00
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Estos son algunos de nuestros servicios que usted puede aprovechar. Nuestros técnicos lo asesorarán para un mejor aprovechamiento de los mismos: El sr. Cadena, el sr. Sopapa padre, el “Cirujano” y otros de renombre internacional trabajan para nosotros. No lo dude, llame ya! Se aceptan todas las tarjetas.

viernes, septiembre 22, 2006

REPORTAJE EXCLUSIVO CON EL CARTONERO BAEZ

por Volpino Volpe,
especial para El Cavernikulea

Entrar en su casa es, de por si, una experiencia inusual. Lo que he llamado casa es, en realidad, un amontonamiento de chapas y maderas junto con materiales diversos e inclasificables.
Antes de lograr alcanzar la puerta, tengo que atravesar algo que solamente con un extraordinario esfuerzo de imaginación puedo definir como un jardín. Es un microuniverso de desperdicios herrumbrados e informes que delata peligrosidad. Si un hombre cayera allí moriría ensartado en la miríada de fierros oxidados que sobresalen como dedos de un gigantesco monstruo mecánico. Por entre el metal que se degrada a la intemperie y las bolsas de maloliente basura, crecen matas de pasto amarillento, casi como para desmentir que nada natural puede prosperar en ese lugar terrible.
Un detalle quizás paradójico, en todo caso extraño por su irreal incongruencia : Justo en el medio de la parcela, se alza una estatua de la Pantera Rosa.
Me recibe sin mayores preámbulos. Es un hombre acostumbrado a un trato directo con los demás. Muy posiblemente a un trato violento. El Cartonero Báez es bajo y fuerte, aunque su exceso de peso sea evidente. Me da la impresión de ser alguien habituado a luchar por el territorio. Su cara tiene dibujado un mapa de marginalidad y dolor, la imagen del abandono y del desarraigo. Sus ojos sin color parecen mirar un lugar que no es éste en el que estamos, una simple villa miseria de la afueras de Mar del Plata. La tierra lejana. Los recuerdos. La memoria. “Vinimos once de Santiago. Quedamos dos”, dice. Y su voz no se quiebra. “Los demás, todos en cana”.
Le pregunto si siente la ausencia de sus seres queridos. No me contesta. Unicamente un gesto sombrío que cruza sus facciones curtidas me informa que no es un tema del que le guste hablar. Mira hacia afuera, donde brilla bajo el sol la Pantera Rosa.
“La compré con las regalías del libro de Monzón. Bueno, no. Con eso pude dar un adelanto. El resto fue en cuotas. Doce. Cuando las terminé, me acerqué a ella y la besé en la boca. Esa noche le hice el amor”. Su mirada brilla por un segundo, un esbozo de complicidad. ¿Confianza?. No. Este hombre es de los que no confían fácilmente en los demás. Es un ave carroñera, siempre atenta a cualquier potencial enemigo que termine por arrebatarle su miserable ración. He conocido muchos hombres así.
Desvío la conversación hacia el Caso Monzón, gracias al cual él, como alguna vez mintiera maravillosamente Andy Warhol, tuvo sus quince minutos de gloria.
“Yo lo mandé a la cárcel”, Dice y ensaya ante mis ojos la pose con la que apareció fotografiado en todas las revistas : Los músculos tensos, la mandíbula reciamente apretada, la mirada de halcón, con el brazo extendido señalando con un dedo índice que no tiembla, el imaginario balcón de la casa del Facha Martel, en donde ocurrió la tragedia, hace ya tanto tiempo.
“La sociedad me debe el reconocimiento por mi acto civil”, me dice, desafiante. No lo contradigo. Hay algo de justicia en lo que reclama. Le digo que quizás, lo que le ha jugado en contra es su condición de cartonero. De casi lumpen. Se exalta.
“Lumpen, jamás”, Me espeta con aspereza. “Soy, a mi modo, un proletario. No soy obrero, artesano ni campesino, pero no me considero, en absoluto, afuera del ciclo productivo”. Intento tranquilizarlo, pero se embarca en una larga disertación sobre la plusvalía. Me tacha de burgués. Luego, como una tormenta que pasa, se sienta y me ofrece un vaso de agua. Le digo que no. Parece calmo, casi ausente.
“No me han perdonado ser un buchón amateur. Cientos de buches profesionales se han llenado de dinero y fama. A mí, en cambio, me han marginado. La farándula hace pagar muy caro el derecho de piso.”
Lo dejo hablar, esperando que el fluir de sus palabras me revele las líneas rectoras de su pensamiento. “Susana parecía una reina.” Dice. No se de qué está hablando. Parece obvio que me he distraído. Tal vez la cadencia hipnótica de sus modulaciones. Le pregunto si puede repetir lo que ha dicho. “Susana”, repite y sonríe. Claro. Recuerdo su antológica visita al programa de la diva, en el que se codeó con lo más granado del Jet Set porteño. Fue su última aparición mediática. Se rumoreó, en su momento, que había sido sorprendido orinando en el decorado, aunque no se informó en qué parte del mismo. Su versión en diferente : “Nada de orines. Tengo un control perfecto sobre las necesidades de mi organismo. La verdad es que le dije a Susana que estaba gorda. Luego, algunos correveidiles le atribuyeron mis palabras a Charly García, sin duda para agrandar su fama de contestatario.”
Lo miro con fijeza. Confieso que este hombre me desorienta y que por momentos se me escapa la sutil frontera entre la verdad y la mentira en sus palabras. Tal vez ese sea su don particular. Es un personaje que representa un desafío para el entrevistador. Es terriblemente difícil penetrar en los laberintos de su espíritu. Su cháchara, que lo traviste momentáneamente en un marxista científico, no es más que una máscara ocasional que oculta inquietudes que, sospecho, trascienden lo meramente material. Puede llamarse especulación o simple intuición, pero creo ver a un hombre con necesidad de infinito. Como si nada, saco el tema de los grupos New Age.
“Tonterías para crédulos”, dice con acritud. Luego se pone súbitamente de pie y comienza a recitar algo que en un principio no logro identificar. Pero luego me doy cuenta. Nietszche. “Ningún dios es más grande que yo mismo...” Parece un hombre poseído por una fuerza superior, instrumento de un espíritu luminoso. Luego me sonríe y me ofrece algo de beber. Educadamente declino el ofrecimiento: nunca podría beber en uno de esos vasos en los que el pringue es tan evidente. Creo que él lo nota (en apariencia nada escapa a su inmenso poder de observación) pero deja pasar mi falta de cortesía. Mira melancólicamente la pintura brillante de la pantera de yeso. “La New Age interpreta de manera mágica la existencia del hombre en el Universo. Presumen de su filosofía pero termina por ser poco más que clases de gimnasia y recetas de cocina para comedores de tubérculos. No me interesa.”
Le pregunto si siempre es tan categórico en sus afirmaciones.
“Vivo de mi intelecto. Es mi mente la que dicta las palabras. Deberá perdonarme si mi vehemencia de mucho para usted.”
Le aseguro que no es así. Luego le pregunto por su vida en la actualidad. Se mira largamente las uñas ennegrecidas antes de responderme. Es hombre que sabe crear silencios, que maneja con evidente comodidad el arte de la conversación. Me pregunto con quién lo ejercitará, dado que no hay demasiados seres vivos cerca de su casa, solitaria en medio de un páramos de basura. Pero el reflejo rosa de la pantera del jardín me hace comprender lo que allí ocurre. El parece leer mi mente.
“Es mi confidente”, dice señalando hacia el jardín con un ademán de la cabeza. “No es tan solo una amante complaciente. Es también una compañera para el espíritu. Con ella comparto mis dudas y mis dolores cotidianos, y ella me alivia las tensiones del día de trabajo con habilidad de geisha.”
Como al pasar, reitero mi última pregunta. Lo nuestro parece un duelo amable pero encarnizado por la verdad.
“Sigo con el cirujeo. Me considero un engranaje importante en el proceso del reciclaje.”
Le señalo que el reciclaje es una beneficio importante para la calidad de vida de nuestra sociedad moderna. Hace un gesto de disgusto.
“No se engañe con las prestidigitaciones de la publicidad. No es tan así.” Le digo que creo que está equivocado. No me considero víctima de la publicidad, sino más bien un tipo con alguna conciencia social.
“Todos ustedes son hipócritas” me espeta. Luego cita erróneamente a Hegel. No es una referencia a la hipocresía la que trae a colación. Es una famosa frase de Hegel sobre la incoveniencia de comer en demasía antes de dormir, frase que conozco bien. Se lo hago saber.
“He dicho que todos ustedes son hipócritas. No me retractaré” Le pregunto a quién se refiere con el uso del plural.
“Usted sabe perfectamente de quién hablo”, exclama. Le digo que no, que no se de quién está hablando.
Me voy. Este hombre me ha decepcionado.

sábado, diciembre 18, 1993


SEXTO NUMERO DE EL CAVERNIKULEA PAGINA 2 Posted by Hello

lunes, octubre 18, 1993


SEXTO NUMERO DE EL CAVERNIKULEA PAGINA 1 CON NUEVO LOGO! Posted by Hello

miércoles, agosto 18, 1993


QUINTO NUMERO DE EL CAVERNIKULEA PAGINA 2 Posted by Hello

domingo, abril 18, 1993


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